martes, 29 de junio de 2010

Azogue

Desnudos en los espejos, se miran sin verse,
Azogue, cristal, cuchillo y vaho.

Luego marchan por las ciudades,
Ajenos, altivos, indiferentes,
Como ejércitos de la desolación.

Naufragios tiene el corazón cuando se topa
En esquinas, calles, plazas, jardines,
Con los heraldos negros.

Bajo un cielo indiferente y esquivo
Aprieta el paso: su sombra no tiene dueño.

Solo salvan los estanques purísimos de un recuerdo de inocencia.

O la aurora en vertical sauce abriendo compuestas de espliego.

Aprieta el paso: aún es de noche.

3 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Duro poema y hermoso. Realidad complicada la humana y un tando desoladora.
Me permitirás que diga que oigo reverberos de Lorca y de Dámaso Alonso en estos versos?
Pues eso.

Flamenco Rojo dijo...

...Y pronto amanecerá.

Un abrazo.

Maria Sangüesa dijo...

Este poema es de una intensidad tremenda. A mí me trae una clara remembranza de César Vallejo. Y amplia desolación...magnífico y hondo, muy hondo. Besos.