domingo, 31 de julio de 2011

La señal del aire.

Un viento nublado repentino recuerda que no es la pausa lo habitual. Se caen tres hojas como en sobresalto entre el helado de limón y la fuente del agua.

Miro a través de la nube blanquinegra: no tan inofensiva como el verano quisiera.

Mañana es uno de agosto. Sí.

Un mes para septiembre.