domingo, 20 de diciembre de 2009

Jardín Interior

Ahora escuchas la música del silencio. La eterna melodía armónica. Hilo de nieve cayendo. Atrás los intentos de acceder a la muralla. Atrás los asaltos a las almenas. Atrás los estandartes.

En el jardín cerrado un círculo de luz precipita cristalitos de hielo. Girando. Después se deshacen y caen sobre las hojas secas. Inaudibles.

Puedes entonces caminar en esa blancura sin miedo a que tus huellas las pisen extraños.
Solo las borrará la nieve.
Cierras los ojos. Y un concierto sin notas acompaña la calma.