Poema de la inmortal memoria de los días que no fui.
Nunca fui Bukowsky
Nunca leí entre borracheras y humo
Porque la ceniza hace lagrimear y hay que sonarse.
Nunca escribí ni un maldito verso maldito
Porque no aprendí-no me enseñaron-a maldecir;
No quise aprender los caminos del odio,
Y la única vez que lo hice vino la Hiedra a salvarme.
Nunca pasé toda la noche en vela velando
Por ver si escribía un poema o alguien me amaba;
Tan vida sencilla inocente e ingenua
Que en vela solo velé mi espanto de una salud inexistente.
Nunca escupí escribiendo poemas.
(Salvo a los quince años, naturalmente)
Conseguí que el cielo no me devolviera mi mierda.
Nunca fui bohemia, nochetriste ni crápula de salón;
Nunca supe inventarme que sí lo había sido.
Nunca usé la lluvia para echarle la culpa de mi tristeza.
Y toda la nostalgia y el dolor y el desamparo
Que vinieron a visitarme tantos días,
Apenas fueron aconteceres cotidianos que a todo el mundo le suceden.