sábado, 1 de mayo de 2010

Oro



Como en un adaggio lento, un oro en tañido...
Se muere la tarde en el breve esplendor
Dibujando tejados en esta ternura
De la luz que se marcha en tono menor.

Vuelan vencejos sobre la espadaña
Y buscan indecisos el calor del nido
Suena la campana en siglos advertida
Alta de sombra, cansada de vida

Se torna la noche en estrellas
El cielo oculta caminos y braña
El pueblo recorta sombras y luna;
Y el balcón tal inmensa cuna
Cobija mi mirada y me duerme en ellas
También él en noche derretido.