sábado, 29 de agosto de 2009

Presagio

Descienden plumones mullendo de alas el acorde en sonatina
ya hecha otoño bajo capas de hojarasca y estambre enmudecido...


Aún no, dices, aún no, aún la luz instila vapor de agua y llama,
aún no quiere el cielo ni la fugacidad del aire entrecerrarse;
aún no, dices, mira el rojo timbal aún abierto sobre el día.



Irriga sin embargo sin excusa ni embarazo el viento del Norte,
matiz en tumba del verano, y se duele heridamente del costado.

La arena está esperando los pétalos para dormirse de lluvia.