sábado, 6 de noviembre de 2010

Vieja Estampa...

Se ha dormido en el aire tranquilo de las viejas cosas
Fotografías, retratos, caen sobre su falda, el sueño
Viene todas las tardes amable y puro a buscarla,
Como la lluvia que cae afuera, lenta y suave dejando
En este invierno palabras de ternura que no regresarán más.

Mirad sus cabellos de nieve ahora sin domesticar
Mientras duerme como una niña en la tarde quieta,
Mirad su sueño calmado sin sombra de pesar
Mientras sus manos reposan sin dolor ya.

La miraba entonces sin decir nada como si fuera
Un lugar en vez de una presencia, un nido,
Una casa para quedarse donde no hay frontera
Un árbol en el que estuviera conmigo.

Sin temor a la nieve que brillaba fuera:
Sin abrigo.

2 comentarios:

Alena. Collar dijo...

Sin querer, le dí a suprimir un comentario de Ángeles Hernández.
Lo pongo ahora:

Cuando se llega al momento de los cabellos de nieve, con esa paz interior y esa calma tranquila, cuando se ha aprendido a vivir dulcemente, sin penas, sin asuntos pendientes, ya se puede dormir como un niño y reposar sin temor, ni a la nieve, ni al calor, ni...

En el aire tranquilo de las viejas cosas.

Hermoso futuro.
UN abrazo Á. "

catherine dijo...

Gracias por ponerlo de nuevo.
Tanto en tu poema como en el comentario se respira la serenidad