jueves, 4 de noviembre de 2010

A Luís Cernuda.

Nadie por el sueño a visitar tu alma llegó;
Nadie por el viento, nadie por alamedas.
En los caminos del aire nadie, nadie
Por las sombras, por el agua nadie.


Tirar la piedra como un cuchillo
Para herir tu voz altiva de ciprés
Vertical y puro, alejado en noche
Al margen de los otros tan necios.


Nadie quiso tu poema para nosotros,
Nadie habitó el olvido, te dejaron solo;
En un arco de bullicios y palabrerías,
De rosas pisoteadas bajo pretextos,
De mezquinos vislumbres; a ti,
Que de tan alto eras como un sauce
En la frontera de una quimérica desolación.

1 comentario:

Ángeles Hernández dijo...

Es una recreación merecería ser escrita por el propio Luis, tan selecta y exquisito es el poema.

Gracias por hacerme recordar lo leído y disfrutado.

Un saludo Á.