domingo, 15 de agosto de 2010

Acronía

Ese sol ya no es el mío mientras prosiguen los abrazos.
Se detiene el tiempo en los ojos y yo tan lejos.

No vemos los mismos caminos
Los trigos no son los mismos.

Solo tu silencio acoge las mismas manos que te cuidan.
Esas sí son las mismas.

Ah rostros fatigados por la usura de los años...
Quién nos viera entonces en mortecinas fotografías...
Aún ríen las miradas inocentes del futuro
Bajo el arco acogedor de agosto detenido.

Quisiera darles el tiempo de mi ausencia
Pero solo tengo rosas en las manos.
Ya siempre rosas en las manos.

Sonrío a quienes fuimos...

2 comentarios:

catherine dijo...

Son dos poemas preciosos, este y el de agosto. El tiempo, los rostros, las manos, las flores y el silencio; nostalgìa.

Amando Carabias dijo...

Iba a decir lo mismo casi que Catherine. Este "Acronía" es como una especie de continuación de "Agosto", donde parece que no hay tiempo, mejor dicho, que el tiempo se ha cernido como esas aves que quedan suspendidas...
El futuro es inocente, pero será pasado antes que podamos darnos cuenta.
Tener rosas en las manos es una magnífica posesión, ojalá tampoco me faltaran a mí.
Sonreír a quienes fuimos es acariciar a quienes seremos.