sábado, 3 de abril de 2010

Impromptu

El agua cae
como una paloma herida
en este invierno gris
que no quiere ser primavera.

Llueve el agua
sobre la vida,
límite o frontera.

Ay, mírala tan breve
hecha solo de pena
apenas leve cadena
en la sombra leve...

Llueve.


3 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Alena, una amiga me dijo que una vez al mes, se dedicaba a poner música triste o hermosa (que de todo hay que nos llegue al alma), y a dejerse llevar hasta las lágrimas, eso sí en la más estricta soledad, que la dignidad es lo primero y cuando se hartaba de llorar de emociones, se quedaba como nueva. Te confieso que yo también lo hago de vez en cuando.
Aceptamos un bolero en días de lluvia, o Schubert o incluso Mähler. Pero Alena pordiox, al principio de una tan esperada primavera que nos pongas a Serrat con esa canción que remueve las entrañas, lo veo un poco fuerte, la verdad. Yo diría que no vale, aunque las reglas del juego las tienes tú.
Bueeeno, muchos besos igualmente, que esos seguro que valen.

Maria Sangüesa dijo...

Hermoso poema, un poema que cala el alma, leído desde los mismos grises que ayer no dejaban pasar la primavera. Y esta canción que miles de veces he escuchado, con lluvia fuera, con lluvia dentro... Comprendo las palabras de Isolda, pero ella está frente al mar. Y allí se ve el azul, ese azul cambiante que parece tan infinito como luminoso. Muchos besos de domingo, que amaneció con luz de primavera.

Amando Carabias dijo...

Hermosísimo poema, como una florecilla de las que saldrán en breve, seguro.
Ternura y melancolía a partes iguales.
Impresionante letrilla, conmovedora.