jueves, 27 de agosto de 2009

Renacimiento

Para nacer este nuevo nacimiento me quedé desnuda sobre una ausencia larga;
Caminé sobre ella como quien anda la nieve sabiendo que es para siempre nieve;
Como quien sabe que la derrota tiene el interminable rostro del adiós
Como quien conoce la raíz del árbol y ha germinado en semilla discretamente.

Esta llamarada que no quema encendida en la noche como una fuente;
Esperando la llegada del último barco a la playa en eternidad desierta;
Esperando que del bosque el pájaro de fuego extienda sus alas y cante;
Esperando que el mar inunde la luz rompiendo en espuma.

Ahora que de las renuncias nacen dedos, manos, sílabas olvidadas;
Ahora que de los crepúsculos se alzan auroras como trigos verticales;
Ahora que de los silencios inscritos en la piel como siglos se expanden
Afirmaciones, gestos, asentimientos como labios en luna....

Sé que para nacer este nuevo nacimiento me quedé desnuda sobre una ausencia larga.

2 comentarios:

mcjaramillo dijo...

Alena, que he quedado suspendida en la magia de tu honda poesía. ¡Por dios, no dejes de escribir!
Eres una grande de la poesía.

cauchil dijo...

Gracias por la invitación a tus destiempos. Excelentes imágenes que abren puertas y ventanas a lo sutil. Levantas los pies del suelo al que te lee. Cauchil.