jueves, 3 de junio de 2010

Sombra

Yo entonces era solo sombra...
Otros la luz.
Opaca, mortecina, leve, nada.
No sabía que para dejar de serlo
bastaba nada más perseguir la esperanza.

7 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Hermosa comparación: esperanza y vida.
Qué real.

Mercedes Pinto dijo...

Preciosas palabras Alena. Así es, lo que nos distingue no es más que la esperanza. Y tú lo has contado con gran belleza.
Un abrazo.

Isolda Wagner dijo...

Antes, antes...
Ahora que lo sabes, haz de ello otro motivo para vivir.
Sencillo y certero Alena.
Mil besos

Cauchil dijo...

Pienso que tú además eres mujer de "voluntad", ni de simple destino ni de azar. Nada regalado. La esperanza, que no falte, es un impulso pero no basta.
Un abrazo sin sombra.

Anónimo dijo...

vencer las sombras, crecer, encontrar la esperanza y seguir con y en la luz es lo que se desee
para cada uno. Bien dicho en pocas palabras hermosas.

catherine dijo...

Anónima y distraída soy yo.

Raúl dijo...

Tiempo sin venir. Tiempoo sin leerte, querida mía.
Tiempo sin dejarte un abrazo como el que ahra te dejo.