Entradas
A Eduardo y Concha.
Si siento que me miráis más allá de la ausencia,
Entre las otras miradas como una isla inadvertida,
Si se esparce entre mis ojos un aliento tan leve
Tal viento imperceptible que acune mis palabras,
Si entonces al sonreír como si nada dando gracias
Recuerdo que una vez dijiste “recuerda” y firmaste
Para que los años entonces venideros te sintiera,
O que una noche tú leíste para mí un libro entero
Tomando mi mano para que así me durmiera,
Se me llenará el corazón de estrellas de la infancia
Cuando solo Vosotros creísteis en mis sueños,
dísteis alas a mis quimeras;
Podré sonreír a la lejanía que es Presencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Un poema precioso y maestro, me he sentido tan identificada contigo leyendo este bonito homenaje que has dedicado a tus padres, o así lo he entendido yo. También a mí me leyeron pacientemente un libro hasta el final, mientras me cogían la mano, para poder reconciliar el sueño. También pusieron alas a mis quimeras...
He disfrutado y sentido.
Suerte el 23 de abril en La Clandestina, que la tendrás.
Un abrazo, Alena.
Quizá a ellos se les deba que hasta aquí hayas llegado.
Quienes hemos tenido este apoyo incondicional, sabemos de su importancia, y es deber moral recordarlo con la contumacia del amor.
Publicar un comentario