sábado, 6 de febrero de 2010

Promesas en el aire

[Se ha venido la noche sin tu sonrisa, esa que despierta estrellas como pájaros,]
[Leve, tenue, apenas una sombra rozando las manos, lejanas manos que adivinas,]
[Un parpadeo que titila fugaz en su mismo irse o quedarse indeciso y breve,]
[La rozadura de un ala escondida en la copa más alta del árbol dormido.]

[Busco tu sonrisa por si viniera, por si aún no es tarde y la traes, alegre;]
[Definitivamente alegre bajo una capa de ternura que quisiera quedarse...]

[Detrás de los abalorios y los adornos que no son suyos, nunca lo fueron;]
[Entre un rumor pianissimo de acasos como promesas en el aire.]











2 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Llevo un rato dendo vueltas, sobre mendarte un abrazo muy gordo con una sonrisa, o dejarte tranquila con tus pensamientos.
Ya ves, he decidido enviarte muchos besos desde el mar (que siempre va y viene).

Amando Carabias dijo...

Ternura y melancolía me traen estos versos, que leídos al son de la canción que nos regalas, subrayan más aún el sentido de este texto.
Quizá nunca sea tarde, aunque, en el fondo nunca nos parece temprano para recibir esa sonrisa.