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Crece el día, alto de claridades. Temblando en rocío, indeciso del hielo. Vertical de luz que se alza, ya espejo en el agua, ya espuma de sol en tejados.
Crece el día esperando la nieve anunciada. La nieve en albada de cristal y silencio. La nieve que derrame el esplendor del invierno: como una agonía final henchida de germen que preludie el inicio de la primavera.
4 comentarios:
De parte de Amando Carabias, que no puede entrar:
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El invierno se ha convertido en un perro fiel que jadea a nuestro lado, y amenaza con no emprender la marcha.
Hermosísimo texto.
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Muchas gracias, Alena, parece que ya he podido arreglar la cosa, con una limpieza. En fin, esperemos que aguante.
Repito, el texto es hermosísimo, con tu habitual sentido lírico.
Sólo un pero...me ha resultado MUY CORTO...te quedas con ganas de seguir leyendo.
Un abrazo.
Lo tuyo es la poesía. El último fragmento es precioso y coincido con el anterior: se hace corto.
Un abrazo
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