domingo, 1 de noviembre de 2009

Los Arriates



Se vencían por el peso del anochecer...

Mientras empezaban a iluminarse ventanas y farolas del domingo callado.
Lejos del alboroto de la noche del sábado. Recuperada su sencillez de jardín recoleto. Testigos mudos de horas solitarias del invierno.
Ahí; en la placita íntima de barrio, los arriates, en esa luz difuminada que los siluetea.
Símbolo del domingo y noviembre.

3 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Símbolo de que la vida nunca se termina del todo, aunque a veces lo parezca, como en estos días.

Flamenco Rojo dijo...

La reflexión mucho mejor que la foto.

Un abrazo.

Julián dijo...

Muy interesante.
Salute.