viernes, 4 de septiembre de 2009

Viaje

Hay arcos de luz allá donde el jardín tiene nombre

Señales.
Signos en omega.

Tu corazón apasionado, íntimo, miel que destila,
Abriendo flor de nieve bajo estrellas para la libertad.

Mira:

No encontrarás los caminos siguiendo sendas conocidas.
No te guiarán los Heraldos del Sol.

Que tu compañera siempre sea la noche en ciernes;
La blancura esclarecida del pájaro colibrí
El grito altivo del Pájaro de Fuego
-Ah, luz de eternidad, inútil esperar escucharlo si no lo sueñas-

No encontrarás la piedra Blanca si no te marchas
Si no te desnudas de la impostura de los sumisos
Del miedo de los vencidos antes de la lucha.


Para la libertad de la sangre no hacen falta metáforas;
Las palabras fueron dictadas antes del jardín y de tus pasos.


Los arqueros disponen sus flechas para tu corazón solo.

Más no encontrarán el punto exacto donde se hiere a la muerte:
Si te lleva en sus brazos el más alto sueño de silencio,
Si solo te guía la esperanza de las Islas bajo el arco iris de la mañana;]
Si no te quedas en el camino de Itaca como tantos viajeros apresurados:]
Jamás te hallarán los arqueros y tu corazón apasionado]
Íntimo, miel que destila, abrirá la flor de nieve, bajo las estrellas]
Para la libertad de tu vida y de tu muerte; y encontrarás a los Heraldos del Sol.]

1 comentario:

Marina Filgueira dijo...

Hay mi de sueños... que hermoso escribes siempre... llegando a lo más hondo;
Si me llevara en sus brazos el más alto sueño del silencio, Si solo me guiara la esperanza de las Islas bajo el arco iris de la mañana… ¡Ay! de mi alma sin sueños, sin saborear el fruto del azar… de una mañana, de tropezar con una mirada que te dice… tanto sin ¡hablar!... Bueno pues lindo y profundo a la vez. Da gusto leerte. Un abrazo Reina. De la escritura y de la claridad.