Agosto se dormía en una madrugada inmensa
Llena de estrellas que tú recontabas para mí...
¡Ay agosto, como una isla de tiempo herido
Que retorna siempre entre jarales y trigo!...
Que nadie te despierte en tu sueño de niños;
Que nadie rompa el silencio de la voz que tuvimos.
Agosto caracola resonando en armonía estrellada,
Casiopea, Aldebarán, Vega de la Lira y la Vía Láctea.
Por la carretera donde cruza la última línea de sombra
Hay dos rostros de ternura infinita que aún me llaman...
miércoles, 11 de agosto de 2010
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1 comentario:
Es el refugio de la infancia, el refugio de la felicidad y del encuentro con la realidad más honda, esa que nos regala la última linea de la sombra
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