Leí ayer el artículo en El País acerca del Cercas y del Espada y me parecen dos tontolabas…El Francisco Rico, el que no había fumado en su vida y resulta que fuma como una chimenea también. El periodismo debe ser un autentico ejercicio de la verdad y esta verdad no tiene por qué estar reñida con la imaginación. Pero tener imaginación al redactar un reportaje, una crónica, una entrevista, no debería ser sinónimo de que el periodista se atribuya el derecho a decir mentiras. Cuando un periodista miente con el propósito de reforzar sus argumentos, está faltando a la ética periodística. Una cosa es la literatura de ficción, y otra la literatura periodística.
2 comentarios:
Leí ayer el artículo en El País acerca del Cercas y del Espada y me parecen dos tontolabas…El Francisco Rico, el que no había fumado en su vida y resulta que fuma como una chimenea también. El periodismo debe ser un autentico ejercicio de la verdad y esta verdad no tiene por qué estar reñida con la imaginación. Pero tener imaginación al redactar un reportaje, una crónica, una entrevista, no debería ser sinónimo de que el periodista se atribuya el derecho a decir mentiras. Cuando un periodista miente con el propósito de reforzar sus argumentos, está faltando a la ética periodística. Una cosa es la literatura de ficción, y otra la literatura periodística.
No tengo más que añadir.Los dos o habéis hecho mejor que yo. Pienso lo miso o peor.
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